Barrio Antiguo San Cristobal

Los primeros habitantes del barrio datan de comienzos del siglo XVI cuando fueron los vigilantes del castillo y sus familiares los primeros pobladores de esta zona. El castillo se encontraba unido al resto de la ciudad a través del llamado Paseo de San Cristóbal, camino que atravesaba la vega de San José, siendo ésta la única forma de comunicación.

En los planos militares empiezan a aparecer pequeños puntos en el entorno del Castillo de San Cristóbal y se considera el inicio cartográfico del barrio con sus primeros asentamientos.

En 1883 se traza el primer plano urbanístico de la ciudad, y en 1944 se redacta el primer plan general de ordenación de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, sin que en ninguna de estas publicaciones aparezca el barrio de San Cristóbal.

Este barrio fue adquiriendo un tamaño importante y en el siglo XIX ya se aproximaba a lo que es en la actualidad, como lo describe Domingo J. Navarro en su artículo «El parrandista» en el año 1850: «… Compónese este barrio de una reunión de pequeñas casas que lindan con el camino que va desde esta Ciudad a Telde extendiéndose luego hasta la orilla misma del mar, que por aquella parte forma una extensa playa con diversos fondeaderos. Las casas pasarán de ciento, y están fabricadas con tierra y piedra sin mezcla alguna de cal. Angostos pasadizos por donde apenas cabe una persona las separan entre sí, y sirven de calles a este barrio que estoy seguro desconocen muchos de mis lectores por no cuidarse como debieran de las curiosidades de su patria.

Este barrio, si tal nombre merece, se halla habitado en su totalidad por un pueblo de pescadores que pasan su vida en el mar, surtiendo a la población de todo el pescado fresco que se necesita para el consumo diario. Su vestido y su lenguaje forman una parte muy curiosa de sus extrañas costumbres, dignas por cierto de que todos las conocieran si encontrasen una pluma elegante que las hiciera pasar a la posteridad…».

Las referencias documentales a los asentamientos en lo que ocupa el antiguo barrio de San Cristóbal en la franja costera, son casi inexistentes en la historia, siguiendo el patrón de la antigüedad que todas las tierras próximas al mar eran despreciadas por los terratenientes, que cuando se veían obligado a ello construían de espaldas al mismo. Es precisamente esta circunstancia de su asentamiento en la ribera del mar y la condición de “pescadores” tradicionales, así como el regocijo festivo de sus gentes, los atributos que más han destacado en los poemas que le han dedicado enalteciendo su destreza.

 

AUTOR: D. HUMBERTO PÉREZ HIDALGO